«Me enseñaste a visitar las estrellas, te marchabas para que aprendiese a jugar con ellas… Querías que supiera cómo encontrarte, ahora que ya no estás.«
En homenaje a Ángel J. Pérez Araújo
«Stars Fell on Alabama» … adoro esta canción!
Es una canción con música de Frank Perkins y letra de Mitchell Parish. Una de las primeras grabaciones de esta canción fue realizada el 27 de agosto de 1934 por Guy Lombardo y su orquesta para el sello Decca.
Y es que fue un flechazo nada más escucharla y más después de todo lo que me ha hecho sentir…

En Octubre del 2019, entre el showroom del VigoBodas y nuestro único aniversario celebrado hasta día de hoy (no hace falta que os expliquemos la causa, verdad?) , ensayábamos este tema para futuros eventos, fue como ese caramelo que se deshace en la boca e impregna tus papilas gustativas de un dulzor perfecto.

«Pléyades»Casualmente, mi gran amiga y fantástica diseñadora de moda zamorana Andrea Valero , estaba ultimando detalles para el estreno de su nueva colección que se celebraría el 24 de Noviembre de ese mismo año. Se titulaba: «Pléyades».
Un inciso, para que comprendas mejor todo esto: Las Pléyades o Las siete hermanas es un cúmulo estelar abierto que contiene estrellas calientes de tipo espectral B, de corta edad, ubicadas en la constelación de Tauro. El cúmulo está dominado por estrellas calientes extremadamente azules y luminosas que se han formado en los últimos 120 millones de años.

Quería que fuésemos nosotros quienes estuvieran acompañando su espectacular pasarela en el Museo Etnográfico de Castilla y León, así que, obviamente, esta era la canción perfecta para poner banda sonora a su obra de arte!!!

Si soy sincera, saliendo de las bambalinas y entrando en la privacidad de nuestras vidas, la cosa no era tan radiante, ni cálida.
Mi tío Ángel con quien me crié desde recién nacida como si fuéramos hermanos y con quien jugaba viajar a la luna y a las estrellas, ingresaba en el Hospital por cáncer, ya era metástasis.
Han pasado 2 años y todavía no soporto ver como en un mes pudo cambiar todo de esa manera. Aun me rechinan los dientes y mi vientre se oprime tanto que me cuesta caminar.
Fueron varias semanas de visitas en el hospital, sólo quería vernos a Chucho y a mí. Sueros, transfusiones, cremitas, masajes en las piernas y tobillos que los tenía sumamente hinchados, afeitado, halagos sobre su nuevo corte de pelo y vaciles que solo nuestro código lo comprendía. Planificábamos juntos los próximos conciertos de Le BarLuthier con él, deseaba con fuerza el día de su alta para vernos.
Estuvimos con él el viernes 22 de Noviembre estaba lleno de energía, de hecho le llegó a comentar a su enfermera, que eso que le habían puesto en vena le hacía tener muchas ganas de vivir y de hacer un montón de cosas…
El sábado 23 le llamamos para tantear cómo estaba, nos marchábamos a Zamora y hasta el lunes 25, que ya le daban el alta , no le veríamos. Nos contó que iban a hacerle unas pruebas por conocer el motivo de su hinchazón .

Ya en Zamora, Andrea y Tati, a pesar del estrés, estaban radiantes. Su casa se vistió con sus ropas etéreas, vestidos de ensueño listos para salir de sus perchas y tomar vida.
Nos habían hecho unas pajaritas de estrellitas blancas sobre un fondo mostaza y para mí un tocado, que a día de hoy lo llevo como amuleto: una estrella de marabú y pedrerías.
De madrugada ya, me extrañó no haber recibido ningún mensaje de mi madre con la habitual pregunta de «Habéis llegado?» Ni siquiera una llamada, ni siquiera de mi padre… busqué el ponerme en contacto con ellos, sin respuesta…. Y Ángel ya no me respondía ni a los chistes, ni a los mensajes, ni a las llamadas tampoco…
Los nervios me desmenuzaban por dentro, cerca de las 2am conseguí localizar a mi padre, no me dijo nada más que: «Está entubado».
A la mañana siguiente, mi otra tía me explicó todo lo sucedido…

No voy a seguir recreándome en darte detalles de lo que le pasó, sólo te cuento, que me despedí de nuestro buen amigo el cirujano Alberto Toscano (verás que esta canción la tocamos con nuestro piano Toscano, en honor a toda su familia) , al que le agradeceré de por vida todo lo que hizo por él, para que le sedase justo cuando puse el primer pie en el escenario.
Te juro que le acompañé con toda mi alma a 350 km de distancia, en cada nota se me escapaba un cachito de su vida, en cada palabra de esta canción, mi amor por él se partía en pedazos, recordando cada minuto juntos, cada escena de mi vida con él, cada inspiración que él me otorgaba.

L@s model@s se volvían angelitos transportando sus estrellas, haciéndole un camino de luz, acompañándole al compás de la letra de una canción que, casualmente también habla de esos astros con los que solíamos jugar.
Stars Fell on Alabama sonaba una y otra vez entre destellos y belleza, para acompañarle, como una nana que le haría dormir para siempre.
Carlos tomó las riendas, nos supo sostener, sabía cómo mantenernos y cubrirnos en escena, Chucho y yo estábamos opacados ante el shock de lo imprevisto e irremediable.
Andrea y Tati, que se veían divididas en un choque emocional, puesto que también le conocían, sabían lo importante que era para mí; Andrea y yo compartimos piso cuando estudiábamos Bellas Artes, y sé que para ellas su estreno del trabajo de todo un año fue muy agridulce.

Por eso esta canción es tan especial, porque cada vez que la canto, vuelvo a revivir ese instante y siento que está ahí, viéndonos entre el público, con nosotros, conmigo…, porque se fue dándonos ideas para el pianobar, para proyectos juntos, con deseos de asistir a nuestros conciertos y vacilarnos como siempre hacíamos…
Por eso «Stars Fell on Alabama», es un homenaje a Ángel, mi ángel y a todos los (tus) ángeles que un día echaron a volar como el mío.
